La Fundación Anastasio de Gracia ha cambiado de denominación y desde ayer ya es oficialmente Fundación Manuel Fernández «Lito», un gesto con el que se rinde tributo a la figura del gran impulsor de la apertura de la Fundación a la sociedad y al fomento del intercambio de ideas desde el respeto a la diversidad y la pluralidad ideológica.
El Encuentro de ayer vino determinado por las dramáticas consecuencias de las inundaciones que asolan a la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Murcia, Andalucía y Cataluña y el emotivo recuerdo a las víctimas de esta enorme tragedia, resumido en el emotivo minuto de silencio que todos los asistentes guardaron puesto en pie al inicio del Encuentro. Como señaló el patrono de la Fundación y encargado de conducir el acto, Félix González, aunque «los Encuentros son siempre para nosotros el culmen de la actividad que realiza la Fundación cada año, en esta ocasión es un Encuentro triste por todo lo acontecido desde la pasada semana». «En estos momentos es importante hablar de diálogo, de tolerancia y sobre todo de solidaridad con las personas que lo están pasando mal y que van a necesitar que el país se vuelque para intentar aliviar las penas de aquellos que lo han perdido todo», indicó.
En este contexto, Félix González hizo una breve introducción resaltando problemas como el de la inmigración «que desde la Fundación creemos que es un problema de educación». «Tenemos que educar mejor a la sociedad para no ver a nadie como alguien diferente, como bien sabemos en España, país de emigrantes». También se refirió a los conflictos bélicos actuales que están generando tanto sufrimiento, «no habrá nunca una bandera lo suficientemente grande como para cubrir la vergüenza de matar a gente inocente», lamentó. A este respecto, Félix González reiteró el compromiso de la Fundación con los valores democráticos y los derechos humanos, y subrayó que, desde la Fundación «queremos poner nuestro granito de arena para que la sociedad sea más justa, mejor y con mayor nivel de progreso».
Por su parte, el presidente de la Fundación, Mariano Hoya, reconoció también haber preparado «un discurso amplio por tratarse de un día especial para todos nosotros», pero «las circunstancias que estamos viviendo, que incluso nos han llevado a la reflexión de si era conveniente celebrar el acto o no, decisión que ha sido a favor de hacerlo como una forma de respeto a las víctimas y de reconocer a personas e instituciones que se asemejan mucho a lo que representa nuestra Fundación, un espacio de diálogo, de encuentro, de contraste de ideas».
Mariano Hoya señaló que le habría gustado extenderse en analizar los conflictos que asolan al mundo, como el de Ucrania, con cerca de 150.000 muertos, aunque serán muchos más, el de Oriente Medio, con más de 40.000 niños y mujeres muertos y, al parecer, sin ninguna solución a corto o medio plazo, o hablar de las elecciones en EEUU, que son transcendentales para el mundo, pero no es el día. «Tenía previsto hablar también nuestra deseada Ley de Industria, del necesario Pacto de Estado por la Industria para afrontar los retos de nuestro país, pero hoy es un día de solidaridad, de reconocimiento a las víctimas. Pero pueblo no salva pueblo, son los servicios públicos los que salvan al pueblo», unos servicios públicos de calidad, una sanidad pública universal, la educación, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, un ejército profesional, o una unidad militar de emergencia, a la que desde la Fundación dimos uno de nuestros premios.
«Queríamos hablar de todo esto pero hoy tenemos que hablar de los damnificados, exigir al Gobierno de España y a todas las administraciones públicas que se coordinen y vayan juntas porque es en estos momentos en los que se ve la grandeza de un país y la de nuestros servicios públicos», señaló.
«Y tenemos que hablar de Lito», subrayó. «Para mí es un gran orgullo poner su nombre a la Fundación, a esta institución que, con su impulso, Lito trasladó hacia fuera hasta conseguir hacer de ella lo que es hoy. Creo que, tras diez años de su fallecimiento, se merece que esta Fundación lleve su nombre».
Finalmente, Mariano Hoya concluyó su intervención reconociendo que, «aunque este acto lo habíamos diseñado de otra manera, me siento muy orgullo de los premiados y muy orgulloso del cambio que se ha producido en su denominación. Por eso, termino convocando los Premios Manuel Fernández «Lito» 2025».
Una de las consecuencias colaterales de las inundaciones fue que la atleta Teresa Perales, Premio Trabajo y Deporte 2024 no pudiera acudir a la gala y recoger personalmente su galardón. En su lugar lo hizo su representante, Alfredo Suárez, quien agradeció el reconocimiento. Pese a la imposibilidad de su asistencia, Teresa Perales quiso agradecer el premio a través de una intervención en vídeo en la que subrayó el apoyo que sintió de todo que el país al recoger su 28 medalla olímpica en París, y su agradecimiento a la Fundación y su deseo de que poder estar en persona en el futuro con todos nosotros «para podernos darnos ese abrazo que hoy tenemos que darnos en la distancia».
El Premio Trabajo y Cultura fue entregado al guionista y director de cine, Benito Zambrano, quien puso de relieve en su intervención la gravedad de los tiempos que nos está tocando vivir, «el dolor de un manto que cubre otro manto y otro manto, como la guerra de Palestina, que ha venido a tapar el manto de Ucrania, y ahora el desastre y el dolor de lo que está pasando en Valencia, Castilla-La Mancha, Cataluña, y en mi tierra, Andalucía, que es otro manto de dolor que vuelve a tapar». «Y cuando pasan desastres como el de DANA, yo digo que soy también valenciano, soy castellano manchego, yo soy también catalán, igual que también me siento palestino, ucraniano y migrante, esa cantidad de personas que están muriendo intentando llegar al paraíso de Europa. Ellos son también trabajadores, están muriendo trabajadores y trabajadoras intentando llegar aquí para trabajar». Benito Zambrano señaló que «por eso digo que no sé dónde soy, solo sé que donde hay dolor y hay personas que sufren, siento que yo soy de ahí, y quisiera estar ahí, y quisiera acompañarles. Obviamente, este premio se lo dedico a todos los que están sufriendo», señaló.
El Premio Trabajo y Sociedad recayó en la Cadena Ser. Fue entregado por el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, a Montserrat Domínguez, directora de Informativos, quien agradeció a la Fundación el reconocimiento al trabajo de la Cadena SER, y dedicó el premio, de una manera muy especial «a todos los profesionales de Radio Valencia, que a lo largo de estos días han estado y siguen estado al pie del cañón», lo que demuestra «la grandeza y vocación de servicio público de este oficio». Montserrat Domínguez recordó que «en esta era en la que estamos hiperconectados nos resulta complicado imaginar la sensación de asombro y de magia que debió inundar a los primeros oyentes de radio que ahora hace exactamente un siglo sintonizaban un aparato muy extraño y, a través de él, entraba la música, la cultura, la información, el mundo en sus casas, y se rompía la barrera física que permitía acercarse y hacer circular ideas, revoluciones y contrarrevoluciones». El pasado martes, «la vida nos devolvió al pasado cuando muchos vecinos, atrapados en sus coches, tuvieron que sintonizar la radio para enterarse de qué estaba ocurriendo. Y muchas personas, desde sus casas o los refugios buscaron un transistor para entender qué es lo que estaba pasando y saber más lo que estaba ocurriendo a su alrededor. No había luz, ni cobertura de móvil, ni internet, pero la radio estaba ahí». Y desde entonces, «la radio no ha parado de informar, de acompañar, de dar voz a las víctimas, a los trabajadores, a los voluntarios, de expresar las muestras de solidaridad con el pueblo valenciano». A este respecto consideró que «la democracia se construye con una opinión pública crítica y bien formada, y la radio se escucha en los palacios y se escucha en las viviendas más humildes gracias a su acceso universal y gratuito. Así se construyen las democracias, se defienden los servicios públicos y por qué causas merece la pena luchar».
La Premio Anastasio de Gracia 2024, recaído en la Orquesta y Coro de RTVE, fue recogido por la presidenta de RTVE, Concepción Cascajosa, y al director gerente de la Orquesta y Coro de RTVE, Manuel Ventero, quienes agradecieron el reconocimiento a la Orquesta y Coro de la corporación RTVE . En su intervención Concepción Cascajosa, mostró su solidaridad con todas las víctimas y las personas que lo han perdido todo y están trabajando y sufriendo estos días en las zonas afectadas por la DANA, y agradeció el trabajo de los compañeros y compañeras de la corporación y, especialmente, a los del Centro Territorial de Valencia por seguir trabajando con la preocupación de la suerte de sus seres queridos. Además, puso en valor el trabajo de la Orquesta y Coro de RTVE, «que solo nos da alegrías» y da una aportación de primer nivel a la sociedad.
Por su parte, Manuel Ventero, destacó que RTVE es radio, es televisión, pero también es música, y la música, determinados momentos, pueda que haga más falta todavía. Además, puso de relieve que Valencia «es una fábrica de músicos», hasta el punto de que la mitad de la plantilla tiene orígenes valencianos.
Finalmente, el Premio Extraordinario Manuel Fernández López, «Lito», fue entregado al ex secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien se unió al dolor de quienes necesitan que se resuelvan sus problemas, empezando por recuperar a sus seres queridos o poder llorar a quienes haya podido arrastrar la riada, y al dolor de muchos seres humanos del mundo por las guerras conocidas pero también por las guerras olvidadas.
Cándido Méndez trasladó el premio a todas las personas que le acompañaron en la Comisión Ejecutiva durante sus veintidós años al frente de la UGT porque «en el ámbito del sindicato es mucho más importante el trabajo de equipo». Además, recordó la figura de Lito, «una persona capaz, inteligente y generosa, que nunca profesó la religión de los mediocres, que es la envidia, y nunca padeció la enfermedad de los mezquinos, que es el rencor». También tuvo palabras de reconocimiento para Nicolás Redondo, quien renunció a la secretaría general hace treinta años, a quien recordó como una figura «con una personalidad poderosa y poco complaciente, empezando por sí mismo, muy coherente, y eso le llevaba a practicar algo que he visto reflejado en la frase de Martin Luther King tu vida empieza a terminar cuando guardas silencio sobre las cosas que importan. Creo que Nicolás jamás se mantuvo en silencio en las cosas que importan». Este reconocimiento «ha sido posible porque he sido secretario general de la UGT durante estos años y he estado flanqueado por muchas personas, de las que Lito y Nicolás, simbolizan el espíritu solidario de la Unión General de Trabajadores y Trabajadoras».
Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, afirmó en su intervención que de ninguna de las maneras «podemos dejar de tener nuestra mente en Valencia, en las mujeres y los hombres que están trabajando o han perdido a algún ser querido, porque en estos momentos es la prioridad». «Este es un acto muy importante en el que la Fundación Anastasio de Gracia, UGT FICA y la UGT tenemos la oportunidad de reconocer a personas que en su vida irradian valores que tiene relación con los valores de nuestra Organización». Pepe Álvarez denunció que «este país no tiene un problema con la migración, el problema son los que intentan aprovecharse de la migración». A este respecto, consideró que «somos un país que necesita mano de obra y que tiene que encontrar instrumentos para encuadrar a las personas migradas para que puedan labrar su futuro».
Pepe Álvarez se preguntó «qué hubiera pasado esta semana pasada en Valencia si no tuviéramos un estado capaz de dar respuesta, alguien piensa de qué manera se pueden atender las necesidades de los más débiles en nuestro país si no tuviéramos un sistema impositivo solidario que permite que a las personas que menos tienen puedan acercárseles unos servicios públicos». Por eso hoy es un día «para recordar a todos y cada uno de los trabajadores y servidores públicos que de manera abnegada están trabajando para poder llevar alivio y consuelos a las miles y miles de familias que lo han perdido todo. Y para ellos quiero tener unas palabras de agradecimiento, de orgullo por el trabajo que están realizando». «El Estado son los ayuntamientos, son las comunidades autónomas, son el gobierno y la jefatura del Estado. Por eso hoy es un buen momento para reivindicar lo público», finalizó