Institución humanitaria de carácter voluntario y de interés público, que desarrolla su actividad bajo la protección del Estado Español. España estuvo presente en la creación de la Cruz Roja en 1863, y fue la séptima nación que en 1864 se adhiere al I Convenio de Ginebra. En España su evolución ha sido siempre una constante adaptación a los problemas y a las necesidades sociales que han ido produciéndose. Solo así se puede explicar la vigencia de una organización con más de 130 años de historia.
En una primera época fiel a sus orígenes, su actuación estuvo centrada en intervenciones humanitarias en caso de conflicto armado. En la década de los setenta, la Institución completó la red de Puestos de Primeros Auxilios en las carreteras españolas. También se iniciaron las tareas de socorro en el mar y en aguas interiores y el salvamento de náufragos. En la década de los ochenta, la Cruz Roja Española dará un importante salto, crece su actividad cuantitativamente y nuevas acciones y servicios dan un nuevo sentido a la misma. A partir de 1985 se inicia una profunda reorganización con la democratización de la Institución, la potenciación de la participación de los voluntarios, la apertura hacia nuevos campos de actuación, etc.
Pero es fundamentalmente en la década de los noventa cuando se produce la gran modernización de la institución y su adaptación a los nuevos retos que planteaba la sociedad Española, por una lado la consolidación de la intervención social con los colectivos vulnerables (personas mayores, refugiados e inmigrantes, afectados de SIDA, drogodependientes, infancia y juventud, población reclusa, discapacitados, mujer en dificultad social), por otro el espectacular incremento de los programas internacionales (cooperación al desarrollo, ayuda humanitaria, cooperación institucional).